LAS ISLAS SEYCHELLES

Los picos más altos de una cordillera montañosa sumergida que se separó del supercontinente de Gondwana hace millones de años, las Seychelles son las islas más antiguas en la tierra – ningunas otras islas oceánicas de formación granítica pueden encontrarse en otro lugar. Esta rara característica geológica sobre las islas fue una de las varias curiosidades que condujo al famoso general británico, Charles Gordon, a declarar Seychelles como el bíblico lugar del jardín del Edén.

Situadas a unos 1.500 kilómetros al este de África, y al noreste de la isla de Madagascar, este minúsculo grupo de islas se jacta de tener una población de apenas 90.000 habitantes, con un calido clima tropical a lo largo de todo el año y con algunas de las mas sorprendentemente hermosas playas del mundo.

Mahé, la isla más grande, es donde habita la mayoría de la población, y representa el centro del comercio y del transporte del archipiélago, con el único aeropuerto internacional del país ligando las islas al resto del mundo. La isla está caracterizada por sus picos elevados del granito, exuberantes bosques y docenas de ensenadas y playas llamativas.

La segunda isla más grande, Praslin, es donde se encuentra el legendario “Vallee de Mai”, patrimonio mundial de la UNESCO donde el Coco de Mer crece en abundancia. Este coco doble, que curiosamente se asemeja a la forma de la pelvis de una mujer, fué otro aspecto que influyó en la teoría del general Gordon sobre Seychelles para declararlas como el jardín de Edén – él creyó que se trataba realmente de la fruta prohibida.

La Digue, la tercera isla mas poblada, se mueve a un ritmo aun más lento: las bicicletas siguen siendo el modo más común de transporte, tanto para sus residentes como para los turistas que la visitan. Las enormes rocas de granito que adornan la línea de la costa en la playa de Source D’Argent han conducido a creer que bien podría ser la playa mas fotografiada del mundo.

Mientras que Mahé, Praslin y La Digue pueden ser las islas principales, docenas de islas “satélites” más pequeñas ofrecen oportunidad adicional para explorar y admirar. Cada isla tiene un carácter y encanto propio, con coloridas historias individuales y características naturales únicas, algunas constan de acantilados escarpados de granito y otras de atolones coralinos primitivos. Todo esto junto, crea una destinación asombrosamente diversa de gran belleza natural, de flora rara, de fauna que se ha desarrollado en aislamiento durante millones de años, y de una amistosa y multicultural población, impaciente por darle la bienvenida a sus orillas.